“Al tener un diagnóstico PIE, los estudiantes que participan en el programa requieren de un alto nivel de compromiso. Es comprensible que les cueste un poco más desarrollar habilidades lectoras en comparación con otros niños de su edad, por lo tanto, requieren más tiempo, más paciencia y que se les respete su ritmo de aprendizaje. Por eso, los apoyo de manera constante en lo que necesiten para que puedan avanzar.

Como las intervenciones son online, trato de que cada sesión sea lo más dinámica posible. Uso materiales didácticos según los intereses de cada estudiante y también, incorporo la gamificación, que es aprender a través del juego. Les presento desafíos, metas, niveles y premios simbólicos que los motivan mucho más. Además, siempre intento entregarles confianza y reforzar de forma positiva lo que van logrando, para que se sientan capaces y con ganas de seguir aprendiendo.

La motivación en ellos aumenta cuando sus familias son parte de sus aprendizajes, por lo que lo ideal es que los apoderados también se integren en cada intervención. A veces se les solicita realizar lecturas compartidas o comentar con sus hijos sobre lo que se leyó. También se les entregan estrategias simples para que puedan reforzar en casa lo que se está trabajando en las sesiones. Todo este refuerzo es importante porque la familia es la que pasa más tiempo con los niños y al involucrarse en el proceso van conociendo las fortalezas y también las dificultades que pueden tener sus hijos en el ámbito lector; lo cual les permite acompañarlos de forma más efectiva, reforzar lo que necesitan y celebrar sus avances.

En el programa los niños son guiados en su aprendizaje lector y las familias reciben orientación y estrategias para reforzar en casa, lo que nos permite mantener una comunicación cercana y abierta a las necesidades que se les presenten. Sobre todo porque en algunas ocasiones las familias manifiestan diversas inquietudes, las que se relacionan con los avances de sus hijos y el poder entender que les gustaría ver avances más rápidos en la lectura de sus hijos. Instancia en la que se les explica que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y que, al tener una necesidad educativa, el proceso puede ser más complejo. Por eso se les menciona que deben reconocer positivamente los logros que van teniendo su hijos, aunque sean mínimos.

Nuestra labor en el programa es dinámica, involucramos más que conocimientos al guiar por una vereda el aprendizaje de los niños y por la otra estando presentes para las familias, no sólo a modo de asesoría, sino también como contención.

Considero que el programa es muy valioso. Me parece genial que exista una iniciativa que se preocupe por un ámbito tan importante como la lectura. Sabemos que en las escuelas es difícil reforzar este aspecto de forma individualizada y acorde a las necesidades de cada estudiante, por lo que contar con un apoyo externo beneficia tanto a los estudiantes como a sus familias. Tener esta iniciativa no solo mejora el rendimiento académico, sino que también genera alegría y confianza. Incluso en este tiempo he recibido comentarios de apoderadas que han notado mejoras en las notas de sus hijos, especialmente en la asignatura de lenguaje, ya que la lectura y la comprensión lectora son la base para un buen desempeño escolar”.

 

Karen Ñonquepan,
Fonoaudióloga, Programa Rescate Lector para la Integración Escolar