Enseñar a leer en tiempos de pandemia, ha sido un desafío para los establecimientos educacionales y para las familias que han debido asumir un nuevo rol en la educación de sus hijos e hijas. Valorando esta nueva realidad y para compartir experiencias educativas colaborativas en relación a la enseñanza de la lectura, Fundación AraucaníAprende realizó el seminario online “Aprender a leer en casa, Colaboración familia y escuela”.

El evento se realizó como parte de las actividades que se enmarcan en el convenio que Fundación AraucaníAprende suscribió con el Ministerio de Educación para mejorar la calidad lectora de los niños y niñas de La Araucanía, a través del Programa Fomento Lector y para el cual, contó con la colaboración de Corparaucanía.

La temática central se abordó a través de las exposiciones de Silvana Sandoval, profesora  Enseñanza Básica, Mención Lenguaje y Comunicación, quien en la actualidad está a cargo de los aprendizajes de los niños de primero básico de Escuela Municipal Nº 1 de Lautaro; Ruth Muñoz, apoderada y presidenta del centro de padres y apoderados del Colegio Mundo Mágico, quien aportó con su experiencia desde su rol de madre y educadora en el hogar, e Isabella Oporto, psicopedagoga, quien es parte de los profesionales del Rescate Lector Remoto y que en la actualidad apoya el aprendizaje lector de niños y niñas de La Araucanía a distancia.

Experiencias educativas

La pandemia provocó un cambio drástico en el escenario educacional. Las escuelas cerraron indefinidamente y, alumnos y profesores desde sus hogares debieron continuar con el proceso educativo, adaptándose a nuevas circunstancias y necesidades para poder producir aprendizajes lectores efectivos.

En este período, quienes se han visto más perjudicados han sido los niños que comenzaban su aprendizaje lector. Puesto que, contando o no con acceso a internet, al no saber leer se producen importantes dificultades de acceso a las otras materias del currículo escolar. Al deber permanecer en sus hogares, toda la responsabilidad del aprendizaje lector en este período, ha recaído en sus familias. Son las madres, abuelos o hermanos mayores quienes han debido asumir la tarea de apoyar el aprendizaje lector de los más pequeños.

Al respecto, Silvana Sandoval Profesora de enseñanza básica de la Escuela Municipal Nº1 de Lautaro y expositora del seminario expresó, “la estimulación a la lectura que reciben mis alumnos en pandemia, involucra principalmente a la familia. Son la piedra angular, soporte para el desarrollo de las habilidades cognitivas fundamentales para el desarrollo del proceso lector. El compromiso y el apoyo familiar es lo que luego se ve visualizado en el éxito en la lectura en los estudiantes”.

Contribuyendo a esta mirada, desde su labor como profesional Rescate Lector Remoto, Isabella Oporto concuerda con el rol preponderante de la familia en el proceso de enseñanza/aprendizaje lector. “El trabajo colaborativo es importante porque el estudiante debe sentir el apoyo e interés de su familia para aprender. Este vínculo permite que tenga motivación por adquirir la habilidad lectora, pues al ser parte de un ambiente lector comenzará a tomar libros e intentará leer. Si todos le damos la importancia a la lectura, los niños podrán entender que es necesario este aprendizaje para ser independientes”.

Por medio de las experiencias compartidas en el seminario, quedó de manifiesto que las familias son la clave para la enseñanza y el aprendizaje lector efectivo. El que hoy es posible a través de la colaboración directa entre familia y escuela, en un vínculo en el que los contenidos y estrategias educativas aplicadas por los docentes son reforzadas en el hogar.

Este valioso encuentro virtual, en torno a la transformación de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura en tiempos de pandemia, también permitió resaltar lo positivo de poder compartir más tiempo en familia desde distintos ámbitos. Lo que para Ruth Muñoz, apoderada del Colegio Mundo Mágico, implicará a futuro un nuevo desafío para los establecimientos educativos, para los niños y sus familias. “Yo creo que cuando los niños puedan regresar a las escuelas será un tiempo difícil emocionalmente. Nos enfrentaremos a un nuevo proceso de desapego, el que asocio a una sensación similar a cuando uno deja a los hijos en el jardín la primera vez. Al volver será todo nuevo y más agotador para los niños, por lo que los establecimientos deben contemplar este aspecto y hacerlo de manera paulatina con jornadas no tan extensas y con apoyo y contención emocional. Quizás mediante charlas y espacios grupales donde puedan comentar sus experiencias en los primeros días, para hacer más amigable el retorno”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende