Para quienes manejan redes sociales y tecnologías, no tener contacto directo con las personas de su entorno-de cierta forma- ha sido más fácil de llevar. Sin embargo, existe un número importante de adultos mayores para quienes no poder salir de sus hogares y relacionarse con otros les ha producido enormes y lamentables limitaciones. No solo hablamos de las limitaciones económicas, sino de los negativos efectos emocionales del encierro, lo que ha sido lo más duro de enfrentar para cada uno de ellos.

Conscientes de esta realidad, que no es solo la de los adultos mayores de La Araucanía, como Fundación AraucaníAprende, a través del Programa Rescate Lector, el que forma parte del convenio que sostenemos con el Ministerio de Educación, continuamos implementando acciones para apoyar los aprendizajes. Es así como por medio de nuestras Coordinadoras de Profesoras Rescatistas, seguimos dedicándonos a la enseñanza, pero esta vez, ligados al “rescate digital” de quienes han enseñado a leer a más de 3 mil niños y niñas cada año.

Aprendizaje para conectar

En marzo las Profesoras Rescatistas de Fundación AraucaníAprende se estaban preparando para la primera reunión con sus coordinadoras, antes de desplegarse por toda la región, entre escuelas urbanas y rurales. Producto de la emergencia sanitaria y al cerrarse los establecimientos educacionales, siendo ellas parte de la población de alto riesgo, las actividades del rescate lector debieron detenerse, para que se resguardaran en sus hogares. Lo que tuvo como consecuencia verse obligadas a dejar de asistir a las escuelas a enseñar a leer. Ese fue el momento de cerrar los libros y abrirse a la posibilidad de aprender a utilizar la tecnología para seguir conectadas. Sin dejar de prepararse para cuando puedan volver a enseñar.

El confinamiento obligado de las rescatistas movilizó a sus coordinadoras para ejecutar acciones que las mantuvieran activas y conectadas. Fue así como se contactaron con cada una de las 206 rescatistas y les propusieron aprender a realizar videollamadas, unirse a transmisiones de facebook live e incluso a crear reuniones por google meet.

“El proceso de digitalización de las rescatistas ha sido importante. Ellas sienten que pueden colaborar en lo que sea necesario, con tal de no abandonar a los estudiantes que necesitan de su apoyo para adquirir el aprendizaje lector en sus hogares. Por otro lado, han podido mantener sus relaciones sociales con amigos y familiares. De alguna manera, hacer una video llamada con ellas, nos ha permitido conocerlas más y entender sus preocupaciones e inquietudes”, relató Fernanda Ortíz, coordinadora de profesoras rescatistas.

Impacto en sus vidas

A medida que han transcurrido los meses, algunas han desistido debido a enfermedades o por tener que cuidar a algún familiar. Hoy día son 198 rescatistas con las que estamos trabajando. Casi la totalidad de ellas se han digitalizado. En este contexto, varias usaban teléfonos celulares, pero muy pocas usaban computadores u otras herramientas tecnológicas.

La pérdida de contacto con sus seres queridos por el prolongado encierro que llevan, hizo muy relevante adquirir nuevos conocimientos que les permitieran conectarse principalmente a través de sus celulares, con el asesoramiento de sus coordinadoras de AraucaníAprende, lo que las ha revitalizado.

Aunque en un principio se resistieron a aprender a manejar nuevas formas de comunicarse, el uso de la tecnología les ha permitido sobre llevar la soledad. “En este tiempo, algunas se vieron obligadas a tener que adentrarse en la tecnología para mantener contacto con sus familias y no sentirse tan solas. Por lo que consideramos nuestra intervención valiosa, en la enseñanza de quienes no manejaban tecnología y para que las que ya sabían practicaran”, afirmó Paula Jara, coordinadora de profesoras rescatistas.

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende