En algunas ocasiones los padres se acostumbran a condiciones de sus hijos como el rotacismo-dislalia selectiva del fonema ´r´-porque más de un miembro del entorno familiar de los niños presenta problemas en su pronunciación, pero para las profesionales del Programa Rescate Lector Remoto este tipo de diagnóstico pueden ser trabajados y superados si se realiza una intervención multidisciplinaria.

En octubre del 2022 Leonardo Díaz, alumno de 3° básico del Liceo Juan Gómez Millas de Yerbas Buenas en la Región Maule, ingresó al Programa Rescate Lector Remoto, siendo asignado a la psicopedagoga María José Oñate, con quien debía fortalecer su aprendizaje y comprensión lectora. Para María José fue un desafío trabajar con Leonardo, porque al evaluarlo detectó que el rotacismo que presentaba le dificultaba leer con seguridad, por lo que decidió buscar ayuda con su coordinadora, quien la contactó con Javiera Sandoval, fonoaudióloga del equipo Rescate Lector Remoto, para que en conjunto trabajaran en una estrategia de intervención que fuese aceptada por la familia.

“Sentí que era la ocasión de poder ayudarlo y aun cuando no era mi área de competencia profesional, creo firmemente que los distintos profesionales que trabajan en el área de la educación deben potenciar su quehacer formando equipos multidisciplinarios de apoyo. Con la fonoaudióloga logramos un vínculo para desarrollar un plan de trabajo enriquecido y adecuado a las necesidades de Leonardo, lo que finalmente se tradujo en el logro de objetivos y una mejora significativa en su proceso lector y autoestima”, explicó María José Oñate.

Al recibir la propuesta de las profesionales, Jessenia Salazar, mamá de Leonardo dudó con respecto a aceptar la intervención, porque su hijo ya había trabajado previamente con una fonoaudióloga en su liceo, instancia en la que fue dado de alta, pero sin progresos. “Pensé que el problema de Leonardo no se iba a solucionar, porque en la familia de mi marido tienen dificultades para pronunciar, por eso cuando me ofrecieron ayuda lo pensé un poco y decidí dar una oportunidad a las profesionales, porque para mí no era extraño que mi hijo tuviera dificultades al pronunciar”, comentó la mamá de Leonardo.

Procesos de intervención
Ambas profesionales unieron sus conocimientos y los complementaron para ayudar a Leonardo a superar en solo dos meses su dificultad fonoaudiológica. El progreso en tan poco tiempo sorprendió a la familia de Leonardo. “Cuando mi marido lo escuchó leer quedó muy sorprendido y yo también. La verdad es que estamos contentos; creo que ahora todo funcionó porque las dinámicas de la psicopedagoga eran diferentes, ella le enviaba lecturas que practicamos en la casa y actividades entretenidas que él siempre quiso realizar”, afirmó Jessenia Salazar.

María José y Javiera concretaron una intervención exitosa y son la prueba del compromiso de profesionales del programa por ir más allá de la dedicación diaria para motivar y enseñar a un niño a leer, con un plan de trabajo que consideró el énfasis en elementos lúdicos para mantener la atención y motivación de Leonardo, el que se complementó con ejercicios fonoaudiológicos sugeridos por la fonoaudióloga. De manera que, cada sesión se inició y terminó con un juego, articulando dichas actividades con objetivos lectores como por ejemplo, lograr el desarrollo de la autonomía en la selección de textos de interés, potenciar el hábito lector y enfocarse en lograr mayor fluidez lectora para impactar positivamente el desarrollo de una lectura comprensiva.

Con respecto a la intervención, la fonoaudióloga Javiera Sandoval explicó que fue exitosa en un tiempo acotado, porque se trabajó con Leonardo en una edad temprana y de manera conjunta entre psicopedagoga y fonoaudióloga. “Es importante trabajar este tipo de casos de la mano de dos profesionales, en un espacio en el que una de ellas lo hace directamente con el estudiante, recibiendo orientaciones de parte de otra colega-fonoaudióloga-, de esta forma se trabaja conectadamente para un bien mayor. Ya que si bien, una interviene la lectura que es el tema principal, la otra lo hace en el habla, la cual influye al momento de leer en voz alta”, explicó Javiera Sandoval.

Sobre esta experiencia educativa en la que sumar esfuerzos al compromiso adquirido por enseñar a leer implicó la unión de dos profesionales con el firme propósito de contribuir al aprendizaje infantil e impregnarle confianza a un niño, María José Oñate resaltó, “tenemos que entender la responsabilidad social que tenemos cuando decidimos participar de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Entender lo relevante de formar equipos multidisciplinarios que faciliten el logro de objetivos con los niños y que en este programa específicamente, permiten mejorar la calidad lectora de muchos de ellos”.

 

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende