Este año 2020 de forma inédita estamos capacitando a profesores y profesionales de la educación en modalidad online. Iniciando en mayo con más de 1.300 profesores inscritos del norte al sur de Chile, lo cual sin duda implicó un gran desafío para nuestro equipo de Capacitación.

En esta nueva dinámica, perfeccionarse a distancia no ha sido fácil todos los profesores. Un monitoreo constante y seguimiento por parte del equipo de capacitación de sus actividades en la plataforma, permitieron constatar que un grupo importante de docentes presentaba dificultades para mantenerse al día con las clases e ingresar a la plataforma, aun cuando manifestaban un firme interés por continuar siendo parte del proceso. El impedimento puntual se debía a la mala conexión de internet en los sectores donde viven y, de los cuales desde hace 6 meses siguen educando a sus alumnos.

Enterados sobre esta problemática que dificultaba a 71 docentes mantenerse al día con la capacitación y, que para muchos implicaba el esfuerzo de caminar hasta cerros para obtener señal o viajar constantemente a los pueblos más cercanos a sus viviendas para poder seguir perfeccionándose desde sus establecimientos, los que aún permanecen cerrados; el equipo de Capacitación se contactó directamente con cada profesor que manifestó tener problemas de conexión a internet, para evaluar e implementar acciones que les permitieran seguir participando del programa.

La solución a la problemática de mala conexión a internet, implicó brindar apoyos efectivos a profesores de: Angol Traiguén, Curacautín, Lautaro, Vilcún, Temuco, Puerto Saavedra, Metrenco, Melipeuco, Quele, la costa de Mehuín, Loncoche y Quetroleufu, considerando para ellos ayudas que se adecuaran a sus reales condiciones de acceso a internet. “Como medidas de apoyo a los 71 profesores con mala conectividad, se prepararon cápsulas con los contenidos de cada módulo, las cuales se envían a través de whatsapp y correo electrónico. Esto permite que los docentes puedan realizar sus tareas y enviarlas por el mismo medio para que los facilitadores les asignen puntaje y posteriormente los retroalimenten”, explicó Hans Araya, Coordinador Académico Fundación AraucaníAprende.

Ante esta medida de apoyo a la continuidad de sus procesos de perfeccionamiento, los docentes agradecen que Fundación AraucaníAprende innovara en sus acciones de capacitación para que no pierdan la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos y estrategias, las que ya están poniendo en práctica con sus alumnos incluso en pandemia. “He tenido mucho apoyo del equipo, me llaman constantemente porque saben que tengo muy mala conectividad. Además, vivo en el campo en un sector rural, pero trabajo en la ciudad y muchas veces en los establecimientos no comprenden que uno no tenga la conectividad necesaria, por lo que agradezco que la Fundación se preocupe de los profesores que no tenemos cómo conectarnos, porque a pesar que hemos tratado de mejorar nuestros servicios de internet, no hemos tenido solución”, relató Carolina Retamal, Profesora de Educación Básica de la Escuela Amelia Godoy Peña de Lautaro.Desde su experiencia en esta misma situación, Lorena Lizama Educadora de Párvulos de la Escuela particular Nº5 Padre Isidro de Toltén, puntualizó, “en lo personal, me parece una muy buena opción la que nos brindó la Fundación para mantener la continuidad de nuestro perfeccionamiento. Si bien, tengo internet con un plan ilimitado y puedo navegar todo el mes, las malas condiciones meteorológicas y el gran número de personas conectadas, provocan que la señal no sea buena y menos para estudiar por una plataforma, por lo que solo puedo disponer de momentos intermitentes de conexión”.

No queremos que las limitaciones tecnológicas ocasionen que los profesores dejen inconcluso su proceso de perfeccionamiento. Es por ello, que entendiendo la realidad en la que hoy deben seguir educando, como Fundación AraucaníAprende seguiremos apoyándolos para que su labor educativa se fortalezca ante las limitaciones.

La Realidad de enseñar hoy con limitaciones tecnológicas
En la actualidad, contar con buenas conexiones a internet o señal telefónica se han convertido en servicios de primera necesidad para educar. Y, al igual que las medidas que se tomaron para dar continuidad al proceso de capacitación desde Fundación AraucaníAprende, los profesores aplican las mismas acciones para poder comunicarse con sus alumnos a través de sus familias.

Así lo relata la Educadora de Párvulos Lorena Lizama, “hasta el momento, hemos podido seguir en contacto con nuestros alumnos por whatsApp y llamadas telefónicas. Eso, cuando hay señal de teléfono celular, considerando que las familias solo tienen un teléfono con plan y cuando se les termina internet, debemos esperar hasta que puedan recargar sus teléfonos. Llegan mensajes muy emotivos y es ahí, donde uno siente que ganas de tener una súper señal, porque acá las mamás trabajan en el sector de la caleta-Queule-, por lo que los profesores nos conectamos con ellas de acuerdo a sus horarios de trabajo y no todas las veces es posible”.

En lo que respecta a la actitud de los niños para enfrentarse a esta nueva situación y poder seguir aprendiendo con escasos recursos tecnológico, las familias han sido un soporte fundamental para educar en este período, pues en su gran mayoría acompañan en las clases virtuales a sus hijos, ayudándolos a mantenerse conectados y a perder el miedo-en el caso de los más pequeños-a enfrentarse a una pantalla. En este aspecto, los profesores se siguen esforzando, pues han debido desarrollar el máximo de sus habilidades para que su empatía como educadores cause efectos positivos a la distancia en sus alumnos.

Desde nuestra labor como Fundación, destacamos el esfuerzo que a diario realizan cada uno de los profesores de Chile, quienes a pesar de las dificultades de esta nueva forma de educar en pandemia, a diario buscan nuevas estrategias para que ninguno de sus alumnos dejen de aprender. Porque si las conexiones a internet fallan, no se pueden efectuar por falta de acceso o, las clases deben esperar a que los teléfonos de sus apoderados puedan volver a contar con minutos, ellos incluso están llegando a los hogares de sus niños para enseñarles. “Hoy siento un deber con mis alumnos, por hacerles llegar todo lo que debiesen aprender en el aula. Profesionalmente tratamos de capacitarnos, de buscar otras plataformas, pero la verdad es que cuando nos enfrentamos a niños que son de tan escasos recursos, que no tienen conectividad, ni aparatos tecnológicos y, con papás que no pueden darles tiempo o atención a sus tareas, más que un esfuerzo personal educar hoy es un deber”, afirmó Carolina Retamal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende