Muchos temieron que este 2020 fuese un año escolar perdido. Sin embargo, en La Araucanía el compromiso por concretar el aprendizaje lector en niños y niñas de primero y segundo básico no se detuvo para Fundación AraucaníAprende, que en un año complejo trabajó para ejecutar en la región el Programa Fomento Lector, suscrito con el Ministerio de Educación para mejorar la calidad lectora de los niños y niñas de la región.
La pandemia obligó a la Fundación a desplegar toda su capacidad técnica para crear un nuevo programa de trabajo, dando paso al Rescate Lector Remoto. Se modificó la modalidad de enseñanza, que permitió en La Araucanía ofrecer servicios de apoyo para aprender a leer a más de 4 mil familias, pertenecientes a las 32 comunas de la región. Así fue, como alumnos de primero y segundo año básico aprendieron a leer con el apoyo de sus familias y de profesionales que, utilizando diferentes tecnologías para concretar las clases virtuales, como por ejemplo videollamadas, se adecuaron a las necesidades educativas de cada niño, para mantener semana a semana sesiones virtuales de apoyo para el aprendizaje lector.
Experiencias de colaboración
Para los profesionales de Rescate Lector Remoto que por primera vez debieron enseñar e intensificar sus habilidades educativas en un espacio de enseñanza virtual, generar vínculos con sus alumnos y sus familias fue un desafío. “Al principio me planteé dudas, con respecto a cómo realizar de la manera más adecuada el trabajo colaborativo, considerando la emergencia de salud y la modalidad remota del programa. Sin embargo, mi experiencia con los padres, fue del todo satisfactoria. Tuve la posibilidad de vincularme, no solo con ellos. Sino que con familias completas comprometidas con el aprendizaje lector”, reconoció Eliceo Ramos, Psicopedagogo del Rescate Lector Remoto.
Desde la perspectiva de las familias que fueron parte del programa, haber participado activamente del aprendizaje lector de sus hijos fue positivo más allá del aprendizaje adquirido. “Para uno como mamá que no tiene experiencia en enseñar como profesora, siempre toda ayuda es muy bienvenida. Mi hijo leía silábicamente y ha avanzado mucho. Ahora es capaz de leer solito una lectura del libro “Leo Primero” y no tengo que leerle los enunciados de las actividades que tiene que hacer en la escuela. Y, cuando la profesora le pide que lea lo hace sin sentir miedo a equivocarse”, afirmó Katherine Lefio, apoderada de la Escuela Aguas y Gaviotas de Toltén, cuyo hijo fue parte del Rescate Lector Remoto.
Cinthya Covarrubias,
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende