“Un día me llamaron y me ofrecieron ayuda de la Fundación AraucaníAprende para que mi hijo Jesús aprendiera a leer. Mi hijo y yo, no teníamos apoyo, a nadie que nos ayudara, por eso acepté que participara del programa. Soy padre soltero y mi único propósito era que mi hijo pudiera aprender a leer. Lo que más queremos como padres es que nuestros hijos aprendan y esta era una buena oportunidad para él.

El año pasado Jesús estaba en primero básico en la Escuela Particular Reino de Suecia de Victoria. En el momento en que me llamaron, no sabía leer, no conocía el abecedario, pero si unos pocos números, por eso me pareció bien que tuviese a alguien que le enseñara. Como papá, era muy poquito lo que podía hacer por mi Jesús, era muy poco el tiempo que tenía para enseñarle y tampoco tenía con qué hacerlo para ayudarlo en sus tareas. Para mí fue mucha ayuda poder contar con la profesora Pamela Araneda, ella nos enviaba lecturas, dibujos y puzles de letras. Nos cayó del cielo. El señor sabía que mi hijo necesitaba un empujoncito para aprender. Y así fue.

Como experiencia para mi hijo y para mí, puedo decir que fue lo mejor. Teníamos sesiones dos veces por semana. La profesora Pamela fue muy comprensiva, mostrando una gran paciencia-que yo no tengo- para que Jesús aprendiera, lo que agradezco. Para ambos, fue una linda relación la que generamos con ella. Nos apoyó mucho y así mi hijo empezó a aprender, a conocer las letras, el abecedario y a leer de a poco.

Fueron grandes logros para Jesús. Me di cuenta de lo que estaba aprendiendo y de su interés, porque empezó a preguntarme cómo se llamaban las letras y cada día sus preguntan aumentaban. Día a día él se esforzaba por aprender y cuando estudiábamos juntos ponía mucho empeño. Fue así como noté que la profesora Pamela había hecho un excelente trabajo con mi hijo.

Mi trabajo me exige mucho tiempo, pero hice el esfuerzo para estar presente en todas las sesiones de mi hijo y fue así como aprendió a leer. Además mejoró con los números y sus tareas del colegio. Doy las gracias a la Fundación y a la profesora Pamela por darle a mi hijo el apoyo que necesitaba. Soy un padre agradecido de la gran ayuda que me dieron, por lo que recomiendo esta experiencia a otros padres”.

José Castillo,
Apoderado Rescate Lector Remoto