Para compartir experiencias sobre la labor que desempeñan integrantes del equipo Rescate Lector para la Integración Escolar (PIE), la coordinación del Programa planificó y llevó a cabo un ciclo de fortalecimiento de estrategias, cuyo objetivo se centró en conocer desde la mirada de psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales cuál es la esencia del programa.

En esta instancia todos los profesionales tuvieron la oportunidad de participar y transparentar que para ellos, niños y niñas a quienes deben enseñar a leer no son parte de una cifra de egreso, ni son el diagnóstico por el cual ingresaron al programa. “Para mí el diagnóstico no define a los niños, si bien nos ayuda a saber qué vamos a enfrentar y cómo podemos planificar las sesiones, yo me adecuo a lo que los niños necesitan para poder aprender, por eso realizo actividades cortas y precisas, para que la enseñanza no sea mecánica y si personalizada”, explicó Carla Sepúlveda, psicopedagoga del programa.

Bajo esta mirada, los niños que forman parte del Rescate Lector para la Integración Escolar tienen la valiosa oportunidad de hacer de su aprendizaje una tutoría personalizada, en la que los profesionales se centran en ellos, en sus intereses y en lo que los motiva a aprender. Los niños son el primer paso en el ciclo de enseñanza, así lo reconocen quienes conforman el equipo Rescate Lector para la Integración Escolar, haciendo hincapié en que previo a la enseñanza es fundamental conocer a los niños, escucharlos y entenderlos para generar un espacio de confianza.

Es tal la dedicación y la preparación de las sesiones para cada niño, que los profesionales de este equipo fabrican material personalizado. Es el caso del psicopedagogo Camilo Jara, quien conociendo los intereses de sus alumnos ha realizado para ellos cuadernillos de actividades con personajes infantiles, los que se convierten en un apoyo para las familias, sobre todo para las mamás comprometidas que imprimen el material para practicar en el hogar y fortalecer los aprendizajes de sus hijos desde sus intereses. Es en este punto en el que las madres-quienes principalmente se conectan a las sesiones online-sienten que también pueden confiar en el profesional que enseña a leer a sus hijos; en ellos encuentran contención y apoyo y sienten que no están solas en el difícil camino de contribuir para que sus hijos puedan aprender a leer.

Si bien existen diferentes tipos de familia, quienes integran el programa resaltan lo importante que es para el aprendizaje de los niños que sus familias sean parte de las sesiones, puesto que como lo mencionaron ´las familias son el pilar del programa´, porque una familia comprometida es la que motiva al niño a participar y aprender. Al respecto la psicóloga Francisca Muñoz reflexionó, “como equipo nuestra responsabilidad es comprometer a las mamás, vincularlas al proceso de enseñanza, lo que no deja de ser un desafío, al hacerles entender que existen diferentes formas de motivar a sus hijos, por lo que es importante poder encontrar y aplicar estrategias adecuadas para cada niño desde el apoyo de sus familias.

Es un círculo virtuosos el que se genera en la interacción entre el profesional, el niño y las madres. Más allá de los conocimientos y la motivación por aprender, las familias aportan el factor socioemocional primordial para generar espacios de comprensión y amor para aprender, como lo hace el Programa PIE de Fundación AraucaníAprende.