“La labor educativa no está exenta de dificultades, por lo que como fonoaudióloga del Rescate Lector Remoto llevo a la práctica todos mis conocimientos para que los aprendizajes de mis alumnos sean significativos. Estoy consciente de la importancia de adaptar los contenidos de acuerdo a las necesidades de cada niño, porque a veces es difícil lograr conectar y tener adherencia entre en el niño y el aprendizaje que como profesionales les queremos traspasar.

Si bien, nuestro objetivo es lograr el aprendizaje lector, nuestro deber más allá de la meta es tener la capacidad para darnos el tiempo de conocer a nuestros alumnos. Para entender la importancia de considerar en la enseñanza sus ritmos de aprendizaje e ir trabajando en conjunto más allá de las circunstancias o espacios delimitados, lo que permitirá que cada logro, independiente del tiempo transcurrido, sea parte del esfuerzo del alumno y prolifere.

En este sentido, he transformado cada dificultad en mi proceso de enseñanza en una oportunidad para apoyar de diferentes formas el aprendizaje de la lectura, esto entendiendo que cada alumno es un mundo diferente y que aprenden de diferentes formas. Así es como he puesto en práctica actividades para involucrarlos con el aprendizaje desde lo emocional, para demostrarles mi interés en cada uno de ellos. Me gusta trabajar con actividades rompe-hielo, así puedo conocerlos, comprender sus estados emocionales y saber cómo se sienten, ya que todos los días enfrentan diversas situaciones, las que influyen en las actitudes que adoptan durante la clase. Este tipo de actividades me han servido para conectar con mis alumnos y para que incluso ellos sepan cómo me siento, porque en el espacio de enseñanza-aprendizaje que generamos en conjunto, es importante que desarrollemos un vínculo emocional.

En mi relación con las familias y ante dificultades, también he visto una oportunidad para fortalecer el trabajo que realizo con mis alumnos. Creo que lo principal es buscar instancias de conversación con los apoderados, abrir esos espacios para contarles de los progresos de sus hijos, pero también para que puedan compartir sus inquietudes y nos guíen a nosotros mismos como profesionales para dar una mejor atención. En este aspecto, valoro la confianza que han depositado los apoderados en mí, porque con ella me ha sido posible manejar más información sobre mis alumnos para bordar casos especiales, en los que he debido recurrir por ejemplo a la teoría de la mente para poder trabajar con ellos y ayudarles a desarrollar habilidades comunicativas en situaciones cotidianas, para lo que me he apoyado con títeres y realizando actividades interactivas más cortas.

Me he propuesto ser una profesional integral y poder apoyar a los niños a los que les enseño a leer y al mismo tiempo a sus familias, para que juntos enfrentemos procesos de aprendizaje más complejos, porque en muchas situaciones los padres también se frustran y tengo que contar la capacidad para acompañarlos, para ayudarles a entender que a veces sus hijos presentan dificultades para aprender a leer, pero que es posible que lo logren. No existe el no se puede, solo se debe conocer al alumno, su entorno e indagar sobre su aprendizaje, porque estoy convencida que siempre habrá algo con lo que podamos trabajar, que llamará su atención y que lo incentivará a leer.

No podemos abandonar el aprendizaje de un niño cuando sus tiempos para aprender son distintos a los de sus compañeros o, cuando no calza dentro de parámetros establecidos. Así lo he internalizado y llevado a la práctica como profesional del Rescate Lector Remoto”.

 

Damaris Pichinao
Fonoaudióloga
Profesional equipo Rescate Lector Remoto

 

 

 

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende