Para motivar a los niños en el aprendizaje de la lectura, los profesionales del Programa Rescate Lector han recurrido a diferentes estrategias para incentivar a sus alumnos en sus intervenciones educativas. Tal es la experiencia del psicopedagogo Juan Pablo González, quien como parte del Programa Rescate Lector, concurre 2 veces a la semana a la Escuela Arturo Arriagada de Temuco, para enseñar a leer a alumnos de segundo básico.

En pocos meses de trabajo, Juan Pablo ha logrado capturar el interés de sus grupos de alumnos de la Escuela Arturo Arriagada de Temuco, través de técnicas de meditación y mindfulness, basadas en los estudios y experiencias en el área de Richard Davidson, profesor de psicología y psiquiatría en la Universidad de Wisconsin-Madison y la neurocientífica Nazareth Castellanos. Las que ha incorporado en las actividades previas a sus sesiones del rescate y que le han reportado resultados positivos con el objetivo de incentivar el aprendizaje lector. “Desde mi perspectiva, las técnicas de meditación y mindfulness en un principio generan curiosidad en los niños, creando un ambiente más acogedor, abriendo un valioso espacio para generar un clima de confianza; lo que repercute en una actitud positiva hacia la clase y al aprendizaje en un corto plazo”.

Las técnicas de mindfulness con las que a diario trabaja este psicopedagogo, han tenido efectos positivos, lo que le ha permitido observar la evolución de los niños en sus clases, en términos del interés por participar de ellas. Implicando en la práctica, haber despertado en cada uno de ellos la motivación por aprender a leer. “Con el trabajo que realizo-previo a la enseñanza de la lectura-he percibido que los niños quieren ir a mis clases. Incluso en las últimas sesiones algunos han cerrado sus ojos para concentrarse en el sonido del cuenco tibetano, esto ya es una demostración de que pueden concentrarse por un período mayor que cuando comenzamos con la práctica, pues logran anular un sentido y poner mayor atención interna; lo cual no es fácil para un niño de 7 años”. 

El estado de clama que logran los niños con las técnicas de mindfulness aplicadas por Juan Pablo, les permite perder de cierta forma la ansiedad que puede generarles el presentar mayores dificultades que sus compañeros de curso para aprender a leer, por lo que abrir un espacio que complemente el aprendizaje lector y lo incentive, en términos educativos siempre será positivo, porque permite al educador generar un buen clima de aula para impartir sus clases, fomentar la concentración y contar con disposición positiva para el aprendizaje.

“Creo que todas acciones que planifiquemos dentro de la sala de clases beneficiarán a nuestros alumnos, por lo que cualquier actividad que complemente sus aprendizajes será potenciadora para ellos y sus avances. Por eso, debido a mi formación y mi mirada como psicopedagogo es que integro actividades que les permitan disfrutar de sus aprendizajes, para que relacionen la lectura a un momento entretenido y agradable. Esa es parte de mi misión como educador, dejar una huella positiva en los niños a los que les enseño a leer en el programa”.

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende