Por 2 años la pandemia y el cierre de las escuelas impactaron negativamente en el aprendizaje. Organismos nacionales e internacionales, estimaron que 2 años de clases online podrían provocar hasta 1,3 años en promedio de retraso; siendo mayor en sectores más vulnerables de la sociedad. Estas estimaciones dan cuenta del aprendizaje escolar, pero no del negativo impacto en el desarrollo emocional, social y psicomotriz de los estudiantes.

El aprendizaje es muy relevante y la vida escolar facilita enormemente el crecimiento y desarrollo integral de niñas y niños, especialmente en los contextos más vulnerables y con menos estimulación. Claramente, el entorno familiar y social satisface necesidades, pero es trabajando la alianza familia-escuela, que los niños se nutren desde lo emocional, lo social, lo físico-corporal y por supuesto desde el aprendizaje.

Bajo esta mirada, debemos recordar que los niños que ingresaron a segundo básico este 2023, no cursaron educación preescolar; su primero básico-con altos niveles de inasistencia-fue muy irregular, por lo que el 2022 los docentes hicieron lo posible para enseñar a estos estudiantes a ser estudiantes y tratar de concretar algunos aprendizajes.

Ante este panorama y para saber que se logró y cómo se venía el 2023, al finalizar el 2022 en AraucaníAprende se evaluó el nivel lector a casi mil niños de primero básico, lo que predijo que el 80% de los estudiantes pasarían a segundo sin saber leer adecuadamente a su nivel escolar. La mitad no aprendió a leer.

Este 2023 será crucial para la educación de La Araucanía. Escuelas y familias deberán estar conscientes del problema que enfrentan los niños al no saber leer, y también, estar presentes para que avancen en lo emocional, social y corporal. No caigamos en el espejismo que todo ya volvió a la normalidad.

 

Carlos Dreves
Director Ejecutivo, Fundación AraucaníAprende

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende