“Cuando llegamos de Venezuela Aleidys venía en blanco, no sabía las vocales, letras y menos los números, estaba muy atrasada, la ponía a hacer algo y se le olvidaba. Entró a la Escuela y la ingresaron al PIE, no me comentaron sobre si tenía un diagnóstico o no, pero yo veía que algo pasaba y demoraba en aprender.
Cuando de la escuela me llamaron para decirme que podía recibir más ayuda para aprender si participaba del programa de AraucaníAprende acepté feliz, porque mi hija siempre me comentaba que le costaba mucho en la escuela y también entendí que la ayuda iba a ser para nosotras dos. Y así fue, me enseñaron a darle estrategias, ahora busco en internet y puedo complementar, eso me facilitó mucho el trabajo cuando debíamos practicar la lectura y hacer sus tareas; tengo 4 hijos a los que también debo dedicar tiempo, por eso cuando estaba con la tía en las clases online, me quedaba muy atenta escuchando y estaba pendiente de la clase para ver si podía repetir con mi hija las actividades con las que estaba aprendiendo.
Como yo también fui aprendiendo, se convirtieron en un tiempo muy provechoso para las dos. El programa nos sirvió para compartir más entre nosotras, nos permitió tener más espacios mamá e hija. Incluso ahora, cuando estoy haciendo otra actividad aprovecho el tiempo para buscar más alternativas, como por ejemplo cuando le dicto palabras, también nos ponemos a jugar a la ruleta con las letras iniciales, lo que antes no hacíamos. Esto me ha ayudado a notar cambios grandes en ella, incluso su maestra de la escuela me dijo que había avanzado bastante y sé que este avance es gracias a las clases online, que la ayudaron y entusiasmaron.
Mi hija le fue tomando más interés a aprender porque las clases eran muy diferentes a las de la escuela, Aleidys logró poner más atención y la atención de la tía también estaba en ella. Nos dimos cuenta que, cuando estaba en las clases online y lograba decir o escribir las palabras, todos celebrábamos y aplaudíamos porque veíamos que lo estaba haciendo bien. Sabemos que tenemos que ir al ritmo de ella, reforzando un poco más cada día y en eso, todos aquí en la familia nos comprometimos. Cada vez que tenía clases nos organizamos para que tuviese un espacio adecuado, todos colaboramos para que fuese así, estando atentos además a los horarios para conectarla.
Aleidys poco a poco se fue adaptando a clases, es tímida y la forma en la que la tía le enseñó la ayudó a soltarse, a tener más confianza, la que me he dicho a mí misma que debo mantener porque quiero que siga avanzando; no quiero que pierda lo aprendido, por eso ya estoy pensando cómo seguir trabajando con ella en las vacaciones, porque no quiero que se atrase y sobre todo porque hasta ahora su avance ha sido espectacular, con un cambio sorprendente en el que se ha visto que con la tía ha tenido 100% de aprendizaje.
Ha sido un alivio para mi que pueda aprender y estoy muy contenta por ella. Antes me preguntaba ´¿Dios mío cómo le voy a enseñar a esta muchacha?´. Yo de verdad me sentía muy mal, no encontraba la forma para poder ayudarla, por eso cuando nos conectamos con la tía Camila fui tomando las ideas para estudiar junto con mi hija. Fue la tía Camila la que me dio el impulso que necesitaba para estar presente y saber cómo enseñarle a Aleidys, con ella aprendí a replicar todas las estrategias, me di el tiempo para ayudarla y pude ver cuáles eran las letras que no sabía.
Me siento feliz cuando la escucho leer, antes me sentía muy mal cuando me decía ´no sé leer´. Ahora todo es diferente gracias al programa, sin él no hubiésemos avanzado, porque a mi me motivó a querer ayudar a mi hija, ahora puedo sentirme satisfecha con lo que he estado haciendo por ella. Vi que las dos podíamos ser capaces, ella de absorber aprendizaje y yo de ayudarla a aprender”.
Jennifer Colina,
Apoderada del Programa Rescate Lector para la Integración Escolar



