En los casos de los niños del Programa de Integración Escolar (PIE), que ingresan al Programa Rescate Lector de Fundación AraucaníAprende, es reiterativo que las familias desconozcan el diagnóstico de sus hijos, para la mayoría de ellos, presentan dificultades de aprendizaje y los motivos no están claros. En ese aspecto Rescatistas y Profesionales del Rescate Lector-como parte del protocolo de ingreso al programa-se han preocupado de entrevistar a las familias para recabar antecedentes que les permitan una mejor intervención.
Cuando las familias no disponen de los informes de diagnóstico, los integrantes del equipo del Rescate solicitan que los establecimientos les proporcionen los diagnósticos con el objetivo de planificar las clases de acuerdo a las necesidades, gustos e intereses específicos de los niños.
Relevancia de la evaluación inicial y apoyo de la familia
La ficha de diagnóstico inicial es la que permite al equipo del Rescate apoyar de mejor manera los procesos de aprendizaje de los alumnos del PIE. Esa es la instancia-cuando las familias están al tanto-en la que se informan posibles dificultades de aprendizaje y en la que se evalúa el nivel lector y velocidad lectora de los niños. Así se presentó para la psicopedagoga Constanza Fuentealba del Programa Rescate Lector de CMPC, el caso de Pablo Morales, alumno de tercer año básico de la Escuela Canadá de Nacimiento, diagnosticado con de TDA-H (Trastorno por Déficit Atención e Hiperactividad).
Conociendo el diagnóstico de Pablo y notando que le costaba mantener la concentración, que se movía constantemente, se distraía y desviaba la atención hacia otras conversaciones, Constanza planificó actividades breves y lúdicas, que resultaron estimulantes y entretenidas para él y, en las que siempre consideró pausas frecuentes. “Implementé actividades interactivas a través de aplicaciones, como concursos de lectura de cuentos cortos y fragmentados, con preguntas de comprensión lectora; sopa de letras y juegos de carreras en los que debía escuchar una palabra e identificar dónde estaba escrita. Estas estrategias resultaron efectivas para mantener su interés, concentración y compromiso con las actividades de aprendizaje, fomentando así su desarrollo lector”, explicó Constanza Fuentealba.
En este caso, Constanza generó vínculos con la familia, por lo que contó con estrecha colaboración del entorno de Pablo, para crear un ambiente favorable para fortalecer sus habilidades lectoras en casa; extendiendo las sesiones virtuales del programa a través de pautas y actividades que en el hogar fueron adaptadas al ritmo y necesidades de su alumno. Esto permitió, en palabras de su psicopedagoga, que en un período de 4 meses Pablo evidenciara progresos significativos, los que se extendieron durante los 7 meses que duró la intervención. “Al ingresar al programa Pablo era no lector, por lo que necesitaba trabajar desde el reconocimiento de vocales y consonantes, hasta la formación de sílabas fundamentales; aquí resalto la colaboración de la familia, que se involucró desde el primer momento, con disposición para seguir las recomendaciones y utilizar el material proporcionado, lo que fue fundamental para su progreso, porque logramos un nivel lector de palabra a palabra, hito que representó un momento muy emocionante y gratificante para Pablo, su familia y para mí como profesional”, reveló Constanza.
Estrategias claves
“Para mí, la forma más efectiva de apoyar el aprendizaje lector de niños que forman parte del PIE implica una combinación estratégica de elementos clave. Primero es fundamental realizar una evaluación exhaustiva para comprender las necesidades específicas de cada niño, para a partir de ello, diseñar estrategias personalizadas que se adapten a sus capacidades y desafíos, considerando sus estilos de aprendizaje y áreas de interés”, expuso la profesional del Rescate.
Otro factor relevante para las intervenciones exitosas es disponer de equipos multidisciplinarios con profesionales especializados, que aporten un enfoque integrado y coherente para abordar las dificultades de aprendizaje, atender las necesidades académicas y socioemocionales. En este ámbito, la psicopedagoga del Rescate contó con el apoyo de su coordinadora, Rescatistas y pares del Programa, quienes ejercen distintas profesiones vinculadas a la educación. A lo que se sumaron sus actividades lúdicas, tecnología educativa, materiales visuales atractivos y dinámicas interactivas, que en la práctica facilitan la concentración, mantienen la motivación y hacen que el proceso de aprendizaje sea más atractivo y accesible para los niños que forman parte del PIE.
“Como psicopedagoga, cada niño presenta desafíos únicos. Creo que mi formación y experiencia en esta área me han proporcionado herramientas valiosas para abordar estos casos de manera más efectiva, siendo fundamental mi capacidad para comprender la interacción entre los aspectos cognitivos, emocionales y pedagógicos en el proceso de aprendizaje”, afirmó Constanza Fuentealba, para quien trabajar con niños del PIE y ser parte de sus logros ha sido una experiencia gratificante e inspiradora en su labor profesional, enfatizando que, “cada logro, por más pequeño que pueda parecer, representa un hito importante en el desarrollo de los niños que ingresados al PIE, porque con ello, refuerzan su autoconfianza y consolidan la idea de que con dedicación, paciencia y un enfoque adaptado a sus necesidades individuales, es posible superar obstáculos”.
Los niños que enfrentan dificultades particulares en su aprendizaje, demandan atención especializada y adaptación constante de estrategias pedagógicas. Requieren una combinación de creatividad, flexibilidad y comprensión profunda de sus desafíos específicos, para proporcionarles un ambiente de aprendizaje efectivo y enriquecedor, que es lo que se practica a diario en cada una de las sesiones del Programa Rescate Lector de Fundación AraucaníAprende.
Cinthya Covarrubias,
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende