A diario quienes están educando a distancia se esfuerzan para entregar contenidos a sus alumnos, con el propósito que adquieran conocimientos de acuerdo a sus niveles de aprendizaje. Y en el caso del equipo Rescate Lector Remoto, el objetivo es el aprendizaje de la lectura. En este proceso, profesionales y rescatistas saben que a sus conocimientos y habilidades como educadores deben sumar su propia motivación y actitud positiva para transmitir a sus alumnos las ansias de aprender a leer a través de las pantallas.

Quienes son parte de nuestro valioso equipo Rescate Lector Remoto, saben que la dedicada labor de enseñar de manera virtual no solo implica contar con material didáctico y/o pautas de evaluación adecuadas que les permitan concretar aprendizajes. En la experiencia que han adquirido y la responsabilidad asumida, han comprendido que para lograr aprendizajes significativos en sus alumnos deben complementar sus estrategias educativas con su propia motivación como educadores.

Al respecto, Augusta Becker Psicóloga Educacional y Coordinadora del equipo Rescate Lector Remoto declaró, “enseñar su amor por el aprendizaje es lo más grande que pueden hacer los educadores. Ellos tienen la responsabilidad de inculcar en cada niño o niña, el valor por aprender y la forma en la que sean capaces de llegar a ellos con nuevos conocimientos, acompañará a sus alumnos en sus procesos formativos por el resto de sus vidas. Cuando un profesor ama enseñar los estudiantes lo notan, y entonces aprenden no solo el contenido de lo que se les está enseñando sino que también, aprehenden un aspecto intangible y valioso como la vida misma”.

La importancia de abrir espacios de interacción
La actitud positiva de los educadores es un detonante del aprendizaje y de la motivación de sus estudiantes. Y esta motivación es la que debe darse en espacios de libre interacción, en los que niños y niñas tengan la oportunidad de ser escuchados y se valoren sus opiniones.

“Como educadores debemos tener la capacidad de poder escuchar y quizás también de contar cómo hemos resuelto problemas similares a los que se enfrentan nuestros estudiantes cuando están aprendiendo. Hablar con ellos asertivamente y brindarles un espacio para exponer su sentir, permitirá una mayor conexión, generando emociones que favorecerán el aprendizaje. Por ejemplo, podemos conversar sobre un texto leído, que cuenten lo que piensan, trabajar en preguntas abiertas solucionando problemas, todo esto apoyará el aprendizaje y fomentará un espacio para comunicarnos”, afirma Isabella Oporto Psicopedagoga y miembro del equipo Rescate Lector Remoto.

Profundizando en la actitud que deben adoptar los educadores para motivar los aprendizajes, Isabella Oporto hace hincapié en como los estímulos emocionales interactúan con las habilidades cognitivas, afectando la capacidad de razonamiento, la toma de decisiones, la memoria, la actitud y la disposición para el aprender, por lo que resulta fundamental que los educadores tengan en consideración crear experiencias positivas para que sus estudiantes logren la motivación. En este contexto explicó, “todo estudiante necesita atención emocional, la que implica elogios, reconocimientos y experiencias de éxito que los hagan sentir competentes. En conclusión, podemos decir que la emoción y motivación dirigen la atención para que el estudiante se concentre en una actividad, lo que lo llevará a desear aprender”.

Una actitud motivadora y positiva es la que hace posible que los aprendizajes sean constantes. Así lo ha entendido el equipo Rescate Lector Remoto de Fundación AraucaníAprende, quienes lo conforman saben que tener la capacidad de enseñar con una sonrisa es invaluable para los progresos educativos de cada niño, sobre todo para quienes continúan aprendiendo a leer en las sesiones virtuales del rescate, en las que la voluntad por enseñar de cada uno de ellos y de aprender de sus pequeños alumnos requiere de mayor compromiso y esfuerzo.