“Antes de ingresar al programa Ayin mostraba un gran desinterés por la lectura y le costaba mucho avanzar debido a su Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Esto limitaba su comprensión y pronunciación y hacía que se frustrara con facilidad.
El programa de AraucaníAprende ha sido un refuerzo fundamental, ya que ha permitido complementar el trabajo de la escuela y el apoyo que le podemos dar en el hogar, entregándole las herramientas necesarias para progresar en su aprendizaje. Hoy mi hija se siente mucho más segura al momento de leer y comprender un texto, lo que ha fortalecido su confianza y motivación, tanto así que, las clases personalizadas con la tía Rosita han sido una instancia en la que Ayin ha podido superar su timidez y sentirse valorada, porque al recibir toda la atención en un ambiente de confianza, se ha atrevido a enfrentar sus errores y avanzar con mayor seguridad en el aprendizaje de la lectura.
El acompañamiento cercano ha sido clave para fortalecer sus habilidades y su autoestima. Como familia, valoramos especialmente el vínculo que ha generado con su tutora, quien le ha dado un espacio de confianza para atreverse a cometer errores sin frustrarse, nutriendo su aprendizaje de momentos positivos y cercanos. Ayin aprende en un espacio en el que también puede compartir aspectos de su vida cotidiana, incluso sus experiencias como niña mapuche; a su vez la tía Rosita le cuenta historias sobre su familia y su pareja que es indígena de otro país, y sobre cómo es la realidad de otros pueblos originarios. Este intercambio cultural ha sido muy valioso, porque permite que Ayin no sólo mejore sus habilidades lectoras, sino que también fortalezca su identidad, amplíe su visión del mundo y desarrolle un sentido de pertenencia y respeto hacia la diversidad de culturas. Esta dinámica ha generado una relación de amistad y confianza que facilita enormemente su aprendizaje, pues Ayin disfruta participar y aprender sin temor.
Con el paso de los meses nos hemos sorprendido con sus progresos, el más evidente ha sido su rapidez lectora, la que ha mejorado considerablemente y, lo más importante es que ahora comprende lo que está leyendo. Esto nos llena de alegría como familia, ya que vemos que se concentra más y se siente orgullosa de sus avances. Sabemos que este progreso ha sido posible gracias al acompañamiento constante y al refuerzo que la tía Rosita ha realizado en cada sesión del programa.
Y si Ayin se ha sentido apoyada, para nosotros todo su proceso de aprendizaje ha sido de la misma forma. Nos hemos sentido muy acompañados y respaldados por la tía Rosita, quien no sólo ha trabajado directamente con Ayin, sino que también nos ha entregado estrategias concretas para reforzar en casa. Esto nos ha permitido integrarnos activamente en su aprendizaje, generando un trabajo conjunto entre nuestra familia, la escuela y el programa. Valoramos profundamente la cercanía y profesionalismo de la tutora, su capacidad de adaptarse a la personalidad de nuestra hija y el vínculo de confianza que ha construido con ella, el que le ha permitido progresar y aprender”.
Claudio Chicahual,
Apoderado Programa Rescate Lector para la Integración Escolar



