En una región con profundas desigualdades como lo es La Araucanía, las altas cifras de niños no lectores no pueden perpetuarse. Ahí radica el valor desde el 2006 del despliegue de costa a cordillera del Programa Rescate Lector de Fundación AraucaníAprende, que comprometido con el fomento de lectura infantil, ha hecho posible que más de 45 mil niños se conviertan en lectores. Cifra significativa que no se hubiese alcanzado sin el firme propósito de generar acciones de apoyo para que niños y niñas de escuelas municipales y particulares subvencionadas con los más altos índices de vulnerabilidad social aprendieran a leer.

Abriendo oportunidades
Durante 18 años Fundación AraucaníAprende ha mantenido firme su compromiso para generar igualdad de oportunidades, porque son estas las que se alinean y compenetran con su misión: “Mejorar la calidad de la educación en los sectores más vulnerables de la población, con el fin de que todos los niños aprendan a leer” y, es bajo este compromiso que con su programa de tutorías para enseñar a leer, “rescate lector” en sus modalidades presencial, online y, para estudiantes con y sin necesidades educativas especiales, aporta al desarrollo local y al de las comunidades educativas.

“La lectura, es el punto de partida para participar en la sociedad, garantizar que todos los niños y niñas aprendan a leer comprensivamente en sus primeros años es la mejor inversión que podemos hacer como país. La lectura temprana no solo transforma vidas, también fortalece el capital humano, la innovación y la productividad futura. Desde AraucaníAprende invitamos al sector empresarial a sumarse a este desafío, porque el desarrollo de Chile comienza por asegurar igualdad de oportunidades desde la sala de clases”, declaró Constanza Marchant, Vicepresidentade Fundación AraucaníAprende

Si más de 45 mil niños han logrado adquirir la habilidad lectora, esto no sólo se debe a que en su efectividad el programa considera sesiones personalizadas de 45 minutos, 2 veces a la semana. Sino también, al compromiso que cada profesional y profesora rescatista-profesora jubilada-ha involucrado en la enseñanza de la lectura, porque para quien enseña a leer a niños y niñas del programa, ellos no son cifras, sino amor y vocación y por qué no decirlo, para las rescatistas una nueva oportunidad para volver a enseñar y sentir que aún pueden ser parte de experiencias educativas que amplían el horizonte de los niños que aprenden a leer con ellas.

Así lo expresa Oriana Concha, Profesora Rescatista de Fundación AraucaníAprende, quien después de 36 años enseñando a leer, se propuso como meta al jubilar ser parte del Rescate Lector, porque conocía el trabajo de la fundación y veía en el ser rescatista la oportunidad de continuar ejerciendo su vocación y aportar con su experiencia a niños a quienes les podía enseñar a leer y también a sus familias. “Con los pequeños y sus familias genero un vínculo potente, ese apego les da confianza porque creamos un compromiso real. Me convierto en la tía de la lectura, la que les envía videos de sus avances, la que responde las consultas de sus papás con frases motivadoras. Es una relación enriquecedora, un vínculo de amor que me llena el alma, sobre todo al ver sus ojitos y sentir su orgullo y felicidad cuando van avanzando y cumpliendo metas, pasando de no lector a lectura silábica, para llegar finalmente a leer fluido y con comprensión”.

El rescate lector de AraucaníAprende va más allá de lo que implica una tutoría personalizada, los niños integrados al programa logran cambiar su visión del mundo a través de la lectura y sus familias, más de 16 mil a la fecha, también son parte de este logro, pues al estar presentes en cada sesión en modalidad online, reciben asesoría directa para que potencien el aprendizaje lector en el hogar. Lo que se logra gracias al vínculo que generan con quien enseña a leer a sus hijos, puesto que no sólo los niños son guiados y apoyados en sus proceso de aprendizaje, las madres igual se sienten acompañadas y comprendidas, sobre todo cuando sus hijos están rezagados en sus aprendizajes y notan el abismo que se produce con sus pares en las salas de clase. Así lo expresa Marta Sepúlveda, apoderada del Programa Rescate Lector para la Integración Escolar, para quien el programa ha sido un apoyo fundamental en el aprendizaje de su hija. “Me han guiado y mostrado que ser diferente no es malo, que no todos aprendemos de la misma forma. Antes que la fundación llegara a nosotras me sentía muy sola en el aprendizaje de mi hija, trataba de cumplir con las exigencias curriculares y sentía que nadie me apoyaba, que todos sus compañeritos seguían aprendiendo y Josefa no avanzaba. Como madre, trataba de enseñarle, pero sin tener las habilidades adecuadas para poder desarrollar estrategias que le sirvieran a mi hija para poder leer, por eso considero que la fundación ha sido un gran apoyo y tengo toda la fe que trabajando en equipo lograremos que mi Josefa pueda leer”.

El trabajo de AraucaníAprende es parte de un círculo virtuoso, que en el rescate lector congrega a niños, rescatistas y familias. En otra arista, la labor educativa de AraucaníAprende también se extiende a los establecimientos, acción en la que se vincula con las escuelas para capacitar a profesionales de la educación para que enseñen a leer a sus estudiantes. En la actualidad ya son 1.700 profesoras, asistentes de la educación y equipos directivos, quienes se han perfeccionado de manera presencial y a través del aula virtual de la fundación, con el propósito que todos sus estudiantes aprendan a leer bien y a tiempo.

La expansión de su modelo educativo
Ante el éxito probado del programa, la Fundación tomó la decisión de proyectar los resultados positivos y expandir el modelo educativo de AraucaníAprende a las regiones de O’Higgins, Bío Bío, Los Ríos y Los Lagos, por medio de la alianza con otras fundaciones; acción con la que se corroboró que el Rescate Lector puede ser replicado bajo la asesoría directa del equipo de la Fundación.

Los resultados de la ejecución del trabajo de réplica han sido fructíferos para otras Fundaciones que generaron alianzas educativas con AraucaníAprende. Tal es caso de Fundación CMPC, “hemos tenido la experiencia de implementación del programa Rescate Lector de AraucaníAprende en escuelas de Biobío, Maule y región Metropolitana (Talagante), por lo que podemos decir en base a sus resultados que es un programa que funciona, por eso es tan importante el trabajo de AraucaníAprende en tutorías, desde su gran experiencia de años sistematizando, afinando y aplicando este modelo”, afirmó Paola Reinares, Directora Ecosistema Escuelas de Fundación CMPC.

Fundación María José Reyes Moore es otra organización que ha implementado el Rescate Lector con resultados positivos. Así lo explica su Directora Ejecutiva, Katherine Melgarejo, “para nosotros fue muy positivo replicar un modelo exitoso ya probado, puesto que nos permitió ahorrar costos, implementando una metodología conocida y con resultados. Desde AraucaníAprende nos compartieron sus conocimientos, experiencias y materiales para que pudiéramos realizar un piloto el año 2019 en la comuna de Paredones. Luego, pudimos ir implementando el programa en un número creciente de comunas y escuelas de la región de O’Higgins y el Maule. Para nosotros fue un tremendo desafío adecuar la implementación del programa Rescate Lector a nuestro contactos, pero a la vez sentimos el respaldo y la seguridad de contar con un modelo bien diseñado, con buena estructura, probado y evaluado positivamente.

Son iniciativas innovadoras como la de Fundación AraucaníAprende, las que hay que replicar a nivel nacional, porque contribuye a cambiar el presente de los niños que aprenden a leer, ayudándoles a dejar atrás el rezago en sus aprendizajes; haciendo posible que el futuro de cada uno de ellos y el de sus familias se llene de oportunidades. Y por otro lado, que profesoras jubiladas vuelvan a ser parte del mundo educativo, acompañando en el proceso de enseñanza de la lectura a familias que agradecen que sus hijos sean parte del programa Rescate Lector, que desde La Araucanía, por 18 años ha abierto espacios para que niños y niñas cuenten con más y mejores oportunidades para aprender a leer y proyectar su futuro desde el aprendizaje, impulsando con ello el desarrollo de sus comunidades.