En una verdadera comunidad educativa en acción se convirtió el evento realizado por Fundación AraucaníAprende, que como parte de las acciones para conmemorar sus 15 años de labor educativa llevó a cabo el Seminario “El Valor de los Afectos y Emociones para el Aprendizaje Lector”, actividad que se realiza en el marco del convenio Fomento Lector establecido con el Ministerio de Educación.
La transmisión del evento convocó a equipos docentes y directivos de establecimientos educacionales y fundaciones ligadas a la enseñanza de la lectura. Además de familias que se han vinculado aún más en este período de pandemia, con el aprendizaje de sus hijos desde el hogar.
Vínculos de confianza en espacios virtuales
El cambio del contexto en el que hoy están aprendiendo los niños, ha convertido sus hogares en sus centros de aprendizaje. Provocando que los afectos que se generaban en las salas de clases-en el proceso de enseñanza y aprendizaje- sean escasos por la falta de relaciones cara a cara con sus educadores. Esta ausencia de relaciones cercanas, ha mermado la calidad de los aprendizajes, los que se generan desde las emociones, influyendo desde distintos ámbitos en profesores y alumnos.
Esta realidad que hoy afecta más a niños y niñas que se enfrentan al proceso de aprender a leer, fue abordada por las expositoras del seminario, quienes profundizaron en la necesidad de entender y trabajar la emocionalidad infantil y docente, para generar entornos que propicien el aprendizaje lector. Entendiendo que los establecimientos escolares que hoy permanecen cerrados, son espacios en los que se adquieren conocimientos y en los que también, se aprenden y desarrollan habilidades socioemocionales, las que requieren de un espacio que las favorezcan y que en la actualidad, no se está generando de forma espontánea.
La psicóloga Marta Contreras, Magíster en psicología clínica, académica y supervisora clínica en la Clínica Psicológica de la Universidad Autónoma, resaltó la importancia de propiciar interacciones positivas, posicionándolas como un objetivo transversal de aprendizaje, abriendo espacios para contener, acompañar, reír y compartir experiencias gratificantes. “Si bien no hay interacción física y presencial, si estamos en comunicación e interacción, de una manera distinta, los esfuerzos son mayores y debemos privilegiar estas nuevas formas de comunicarnos para sacar los mejores beneficios de ello. Para todos es una novedad esta forma de interactuar, estamos aprendiendo y en ese sentido, es importante darnos el tiempo para normalizar esta experiencia y permitirnos descubrir cómo interactuar con nuestros alumnos”, expresó la profesional.
En la frialdad de las clases de hoy, Marta Contreras destacó la importancia de trabajar la emocionalidad infantil, abriendo espacios de conversación para preguntarse ´cómo nos sentimos´, en los que se estimule el compartir y reorientar las experiencias subjetivas, porque desde su apreciación profesional en la educación virtual se pueden establecer relaciones de confianza profesor-alumno. Al respecto afirmó, “es posible que en espacios educativos virtuales los niños generen vínculos de confianza con sus educadores, pues si la escuela y el contexto del aula tradicionalmente han sido un espacio más-y a veces el único- de contención para los niños, son los docentes en su rol relevante quienes se convierten en figuras significativas de afecto, como tutores de resiliencia y monitores del desarrollo socioemocional”.
Rol docente y emociones
Desde la mirada de apoyo a los educadores, Viviana Herrera, Psicóloga, magíster en psicología, docente y supervisora de prácticas profesionales del área de psicología educacional de la Universidad de La Frontera, se refirió a la importancia de fomentar las relaciones afectivas cercanas de los profesores con su familia y amigos y sumar a las prácticas de autocuidado docente, que cuenten con redes de apoyo social entre colegas, enriquecidas a través del trabajo colaborativo. En este ámbito, la profesional hizo hincapié en el rol activo que deben cumplir los establecimientos educacionales, “pueden apoyar el bienestar de sus docentes generando espacios de ´convivencia´ virtual en que puedan compartir cómo se sienten, aportando con estrategias para identificar emociones o reacciones físicas frente al estrés, así como orientar a quienes necesiten apoyo profesional en la búsqueda de esta ayuda”.
Con respecto al apoyo a los equipos de docentes y profesionales de la educación, recomienda que se extienda más allá de la pandemia debido a lo importantes que son como referentes. “El rol de guía que cumplen los y las docentes no sólo se refiere a los aprendizajes relativos a los ´contenidos´, sino que también lo son en el manejo de la vida emocional y social. Por ende, el alto desgaste emocional y físico hace difícil que podamos identificar las necesidades emocionales de otras personas, lo cual es un pilar fundamental para crear espacios saludables y de aprendizaje en particular”, afirmó Viviana Herrera.
En este contexto la psicóloga destacó el efecto de las emociones y cómo estas influyen en el aprendizaje cognitivo, instancia en la que en su reflexión profesional concluyó, “todo aprendizaje se da en un contexto emocional y social por lo que, a mi juicio, deberíamos ´invertir´ en generar los mejores contextos emocionales posibles para facilitar un aprendizaje significativo y profundo”.
El seminario de Fundación AraucaníAprende abrió un espacio para establecer que profesores y alumnos no deben estar solos en este proceso educativo, que las familias pueden ser un gran apoyo y generadoras de interacciones positivas con acciones como: mantener contacto permanente con la escuela, instaurar rutinas de descanso y estudio, reportar frecuentemente sobre cómo se está dando el proceso de sus hijos y también el de la familia. Todos deben involucrarse y comprometerse en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que debe primar la empatía y los espacios para reconocer las emociones, lo que permitirá generar espacios saludables de aprendizaje para propiciar el aprendizaje lector.
Cinthya Covarrubias,
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende