“Cuando llegó el momento en que Rafael tuvo que comenzar a estudiar, me propuse apoyarlo y estar pendiente de todo lo que fuese aprendiendo. Desde prekínder las profesoras me decían que mi hijo siempre estaba atento en las clases y que se interesaba por aprender, por lo que no me preocupaba que pudiese tener problemas para aprender a leer.

Este año 2020 iba a ser de grandes aprendizajes para él, porque iban a enseñarle a leer, pero por el coronavirus tuvimos que dejar de enviarlo a la escuela, que aún está cerrada. En ese momento, me preocupé por lo que podía dejar de aprender y aprender en la casa. Teníamos la disposición para apoyarlo, pero para nosotros como familia iba a ser complicado poder enseñarle.

Cuando me propusieron que una profesional de Fundación AraucaníAprende viniese a mi casa a enseñarle a leer, fue la solución perfecta para algo que podía convertirse en un problema. Acepté porque yo no tengo tanto conocimiento para ayudar a mi hijo, y no sé mucho de la tecnología de ahora por lo que me llama la atención que con cosas tan simples ya esté aprendiendo.

Creo que cuando pueda volver a la escuela no habrá dejado de aprender y que esté aprendiendo a leer ahora en la casa con el graphomóvil nos tiene muy felices. Lo bueno es que estando en la casa Rafael no ha perdido su motivación. Así que podremos seguir leyendo cuentos juntos.

En pocas semanas de trabajo he visto con orgullo cómo ha ido aprendiendo mi hijo, es por eso que me parece bueno el trabajo de la Fundación. No todas las personas tienen acceso a internet y menos han tenido la oportunidad de terminar sus estudios, sobre todo los que viven el campo, por lo que solo puedo agradecer. Y, decirles a las mamás y papás que aprovechen esta oportunidad que no todos tienen y, que agradezcan porque están tomando en cuenta a sus hijos para que puedan aprender”.

 

Cecilia Antipán, 
Apoderada Escuela El Crucero

 

 

 

 

Cinthya Covarrubias, 
Periodista,
Encargada de Comunicaciones Organizacionales Fundación AraucaníAprende